Buenas tardes

Si, esas dos palabras que están en el título definieron un experimento que realicé por más de dos meses. ¿De qué se trató? ahora viene la explicación.

La última vez que estuvo mi hermano acá en Chile me comentó que en Colombia toda la gente es muy educada para conversar, siempre te saludan, y aunque no sea así (nunca se sabe), te da la impresión de que se preocupan de como estás. Ese día andábamos en el supermercado y mi hermano saludó a la cajera diciendo "buenas tardes", a lo que la señorita respondió con un asentimiento de cabeza...

"¿Ves?" dijo mi hermano, "a esto me refería". Yo me quedé pensando en eso... en realidad, muy pocas veces recuerdo que alguien me haya dicho "buenos días", "buenas tardes" o simplemente "hola" cuando voy a alguna parte, pero pensé que necesitaba más información antes de sacar conclusiones.

Fue así como surgió mi idea de realizar un experimento, notanto las respuestas y reacciones de la gente ante algo tan simple y cotidiano como es saludar. Además, pensé, con todo lo que me toca viajar, no sería algo tan puntual como realizarlo solo en Concepción, si no también aprovecharía otros lugares.

De esta manera, comencé mi experimento un día que me enviaron a Osorno... en realidad, esa semana partí en Concepción, luego fui a Osorno, luego a Santiago, después a Los Angeles para finalizar en Chillán... Si, un poquito movida, pero buen comienzo.

Para no hacer tan larga la descripción del experimento, diré que simplemente saludaba con un "buenos días" o "buenas tardes" (según correspondiera) a la persona con quien estuviera tratando, desde que comenzaba el día... o sea, al pagar la micro, al ir al supermercado, al comprarme algo, etc.

Y que resultados obtuve se preguntarán uds (aunque posiblemente no se estén preguntando nada... simplemente dejaron de leer hace rato). Acá va...

Dentro de las reacciones notadas ante un simple saludo están:
- Saludo de vuelta (72%)
- Asentimiento (17%)
- Sorpresa (9%)
- Varios (2%)*

* acá pudimos encontrar desde asombro hasta casi la molestia.

Dentro del porcentaje de aquellos que respondieron con un saludo de regreso, en su mayoría (37% del 72%) correspondía a mujeres.

Si consideramos una separación etárea, hice una separación arbitraria y visual (ya que nunca pregunté la edad) y separé en dos grupos: mayores que yo (63% del total de la población muestreada) y menores o iguales que yo (37% restante).
Dentro del primer grupo (mayores) hubo una mayor aceptación y respuesta al saludo, comparado al otro grupo (menores).

La clasificación por zonas entregó resultados no comparables debido al tamaño muestreal, ya que el mayor porcentaje de muestras se concentra en Concepción, Chillán y Los Angeles, mientras que Santiago, Melipilla, y Osorno aportan un porcentaje inferior al 30% del total de muestras. Pensé en hacer un muestreo estratificado, pero me dió flojera.

Finalmente, ¿que pude sacar en claro? por un lado, la gente no acostumbra a saludar, y normalmente solo lo hace si alguien más lo hace primero. En algunos casos, están tan poco acostumbrados al saludo que reaccionan con sorpresa, o con cara de "que tomó este wn" (caso poco frecuente, pero existente). Ah, y que en Santiago es donde más se sorprenden por recibir un saludo.

Bueno, este fue el experimento que me tuvo tan ocupado (saaaaahhhh... ) por dos meses. Uds pueden sacar sus propias conclusiones, en base a la información recopilada... pero recuerden la estadística es una herramienta, y como tal, puede ser bien o mal utilizada ;)

Cuidanse, y nos vemos.

Adiós

PD: Habría preparado unos gráficos bonitos, pero ya que resumí tanto, no fue necesario agregarlos.